Guy de Maupassant, "Le Horle"

"¿Has pensado que sólo ves la cienmilésima parte de lo que existe? Considera, por ejemplo, el viento, que es la más grande de las fuerzas de la naturaleza. Derriba a los hombres, destruye casas, arranca los árboles de raíz, agita los mares formando olas gigantescas que azotan los acantilados y lanza los barcos contra los peñascos. El viento silba, ruge, brama, incluso mata a veces. ¿Lo has visto? Sin embargo, existe" (Guy de Maupassant, "Le Horle")

viernes, 3 de junio de 2011

Perfume exótico: Primer día de "cautiverio"

El suave repiqueteo de unas gotas de agua cayendo sobre la pila del baño me despertó aquella mañana. Abrí los ojos despacio, tratando de convencerme a mí misma de que todo lo ocurrido la noche anterior no había sido más que un mal sueño. Sin embargo, la enorme y rubia figura masculina que había sentada frente a mí hizo que saliera completamente de dudas.
           
— ¿Has dormido bien, preciosa? — me preguntó, esbozando una dulce sonrisa.
           
— ¿Qué…? ¿Dónde estoy? ¿Por qué…?
           
Mi captor me puso el dedo índice sobre los labios con delicadeza para hacerme callar. Lo cierto es que, tanto ése, como el resto de sus gestos hacia mí eran bastante gentiles, casi románticos. Y digo casi, porque que un tío al que apenas conoces te secuestre y te ate a su cama en contra de tu voluntad, por muy bueno que esté, no tiene nada de romántico.
           
— Estás en mi casa, cariño — replicó, acariciándome dulcemente el rostro —. ¿Te apetece desayunar o prefieres seguir durmiendo un rato?
           
Aquella pregunta me dejó totalmente perpleja, por el carácter tan cotidiano de la misma. Se dirigía a mí como si fuéramos pareja. Como si estuviéramos casados y viviéramos juntos. Como si fuera el marido complaciente que cuida de su mujer cuando está enferma.    
           
— Tío, lo que quiero es que me sueltes y me lleves de vuelta a casa.
           
Aquella respuesta no pareció agradarle lo más mínimo.
           
— Ésta es tu casa.
           
No sé por qué, pero aquellas palabras hicieron que una rabia incontrolable me inundara por dentro. Tenía ganas de escupirle en la cara.
           
— Oye, colega, no sé de qué manicomio te has escapado, pero yo soy normal, ¿de acuerdo? Tengo una vida normal, y unos padres y una familia que me quieren. Una familia que ahora mismo debe de estar buscándome y que en cuanto nos encuentren, te partirán la cara.
           
Mi captor se quedó contemplándome con una mirada risueña, como si mi amenaza no sólo no le importara lo más mínimo, si no que además le divirtiera.

— Eres tan fogosa y apasionada como te imaginaba. En mis sueños, apareces vestida de valquiria, y hacemos el amor sobre un lecho de paja. Me pregunto si serás tan ardiente y desinhibida cuando lo hagamos de verdad…

Aquella insinuación tan obscena hizo que enrojeciera de vergüenza y apartara la mirada de su rostro. Aquel hombre no sólo estaba totalmente desquiciado, sino que además era un auténtico pervertido.

— ¿Has tenido… sueños húmedos conmigo? — pregunté, con una mezcla de excitación y miedo en mi voz.

— A menudo — reconoció con una sonrisa.

— Pero… ¿cómo es posible si apenas nos conocemos?

— Te veo todas las mañanas en la cafetería. A ti y a tus amigas. Ellas son bastante insípidas, si me permites mi opinión. Pero tú… — hizo una pausa, recorriendo mi cuerpo con una mirada de admiración — Tú eres… exótica.

Aquello terminó de desconcertarme.

— ¡¿Exótica?!

A mi captor pareció hacerle bastante gracia mi desconcierto.

— En mi Suecia natal no hay muchas mujeres morenas, ¿sabes? Tu melena negra y tus ojos marrones claros me ponen muy cachondo, nena.

Sí, sin duda aquel tío era un pervertido, pero mentiría ahora si dijera que sus palabras no eran un auténtico halago para mí.

— Esto… tú tampoco estás nada mal — reconocí sin mirarle a los ojos.

— Supongo que, teniendo en cuenta que en España hay pocos rubios, también yo soy “exótico” para ti, ¿no? — preguntó él con una de sus sonrisas “Profident”.

— Bueno,  creo que “exótico” no es la palabra que más se ajusta a tu… físico.

— ¿Y qué palabra sería entonces?

— Bueno… yo… diría que eres bastante… atractivo.

Al escuchar esa respuesta, ensanchó su sonrisa, al tiempo que acercaba su rostro hacia mío peligrosamente.

— ¿Te parezco más atractivo que ese cantante de rock del que tienes pósters en tu habitación?  

Aquella pregunta hizo que se me cortara la respiración súbitamente.

— ¿Has estado en mi cuarto? — pregunté sin poder evitar que un histérico nerviosismo impregnara mi voz. Él asintió con la cabeza.

— Te busqué allí cuando entré, pero no estabas. Entonces pensé que estarías en la cocina o en el baño. No me equivoqué… Por cierto — añadió, al tiempo que se ponía en pie, y una sonrisa conspiradora coronaba su rostro —. Tengo algo que creo que te gustará mucho.

Tras decir esto, cruzó un umbral que daba a una habitación contigua a su dormitorio. Unos segundos después reapareció, y no venía solo.

— ¡El señor Bigotes! — grité, sintiéndome alegre por primera vez aquella mañana.

— Pensé que te gustaría tenerlo contigo — se explicó, dejando a mi peluche sobre la cama, a pocos centímetros de mi rostro.

— Es un gesto muy amable por tu parte, pero sería aún mejor si me desataras ahora mismo.
           
Mi captor negó enérgicamente con la cabeza.
           
— Lo siento, cariño. Pero de eso ni hablar.

3 comentarios:

  1. ¡Señor Bigotes! jaja ay que risa me dio.
    Muy bueno, publica pronto Athenea :)
    Besos!

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  2. Vaya, es todo un galán, aparte de que esta loco de atar xD
    ¿Pondrás las continuaciones hasta lo que tu hiciste o seguirás? A estado muy bien.
    Un besazo.

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  3. ¡JAJAJAJAJAJAJA! Me encanta el secuestrador, está como una pu*a cabra. XD
    Esta frase ha sido MORTAL, BRU-TAL o como quieras llamarlo:
    -"— Eres tan fogosa y apasionada como te imaginaba. En mis sueños, apareces vestida de valquiria, y hacemos el amor sobre un lecho de paja."
    Jajajajaja, me he "descojonao", de verdad. XD
    Por cierto, te he visto un pequeño fallito aquí:
    -"Tengo algo que creo que te gustara mucho." Se te ha olvidado porner el acento en "gustará". XD
    ¡Un beso! Y espero que continúes con esta historia, que nos tienes a todas en ascuas. XDDDD

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